Esta vez no voy a escribir mi opinión sobre la película LA NOVIA. No la escribiré por que no la tengo. Con este LORCA de Paula Ortiz no puedo opinar, solo sentir, sentir, sentir.
Cuando contemplaba sus escenas, sus diálogos, su música. Cuando me embriagaba por su belleza, su pasión, su luna y su sangre... algo subía desde mis entrañas.
No, esto no es una película, estoy sintiendo cosas que me hacen estremecer, me maravillan me duelen y me desgarran. Esto no es una película, es un poema. Es sangre, es pasión, es muerte, es LORCA.
Paula Ortiz mima su obra con la ternura de una madre a su hija, la pasión desgarradora de un amante prohibido y la maestría de quien ama lo que está creando.
Desde el primer segundo que nos regala Inma Cuesta a través de la cámara, nos damos cuenta que sólo ella podía ser LA NOVIA de LORCA. ¡Sólo ella!.
Y solo a ella podía acompañar esa pareja, ese Gin y ese Gan, ese Dios que la bendice y ese Demonio que la arrastra sin remedio. ¡Ese Asier Etxeandia y ese Alex García magníficos!.
La madre, la suegra, el poder del LORCA más descarnado es fruto de una Luisa Gavasa en estado de gracia...
Y pasan los días y sigo enamorado, sobrecogido, emocionado, con el alma destrozada y feliz. Feliz de estar vivo y haber sentido a LORCA susurrándome al oído.
Paula Ortiz mima su obra con la ternura de una madre a su hija, la pasión desgarradora de un amante prohibido y la maestría de quien ama lo que está creando.
Desde el primer segundo que nos regala Inma Cuesta a través de la cámara, nos damos cuenta que sólo ella podía ser LA NOVIA de LORCA. ¡Sólo ella!.
Y solo a ella podía acompañar esa pareja, ese Gin y ese Gan, ese Dios que la bendice y ese Demonio que la arrastra sin remedio. ¡Ese Asier Etxeandia y ese Alex García magníficos!.
La madre, la suegra, el poder del LORCA más descarnado es fruto de una Luisa Gavasa en estado de gracia...
Y pasan los días y sigo enamorado, sobrecogido, emocionado, con el alma destrozada y feliz. Feliz de estar vivo y haber sentido a LORCA susurrándome al oído.
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