LONDON SPY es una miniserie de 5 episodios producida por la BBC. Una miniserie de extraordinaria calidad con unos actores de la talla de Charlotte Rampling, Jim Broadbent y un maravilloso Ben Whishaw como protagonista.
A partir de este punto nos sumergimos en algo totalmente nuevo, brillante, aterrador y apasionante. Empezando por su género. No es un thriller de espías convencional, es un Drama de Espionaje.
Bajo mi punto de vista, el verdadero protagonista de la serie es Londres.
Esa inmensa ciudad, inmensa por sus mil caras, por su vetusta historia y por su rabiosa actualidad. Donde aún perduran los clubs más elitistas del planeta sólo para caballeros, donde con una increíble y rancia flema británica y un machismo ancestral, se ocultan los secretos más tenebrosos y se crean las conspiraciones más letales.
Esa ciudad fria, hermética, implacable, donde la soledad más despiadada acecha detrás de cada puerta, de cada risa, de cada mirada. Una soledad que es la raíz del egoísmo, de la manipulación, del snobismo, el clasismo, el prejuicio, la discriminación y de la crueldad más brutal.
Pero bajo todo este cúmulo de podredumbre y decadencia, o, mejor dicho, muy pero que muy por encima de todo esto, Londres da cobijo a algo mucho más fuerte, algo inmensamente más poderoso.
Y ese algo es nada más y nada menos que el amor más fuerte, más libre y más pleno que entre dos personas pueda existir.
Un amor que aparece fortuitamente bajo la lluvia y que no necesita nada más para sobrevivir.
Un amor maldito desde antes de su nacimiento que trasciende a su maldición, trasciende a la maldad, a la crueldad y a la propia ciudad... eso hace que mi planteamiento inicial se tambalee y me plantee si no es él, ese amor incondicional, el verdadero protagonista de esta maravilla de serie de Jacob Verbruggen.
Como curiosidad vale la pena prestar atención a las impresionantes performances del local donde suelen verse los protagonistas.
Bajo mi punto de vista, el verdadero protagonista de la serie es Londres.Esa inmensa ciudad, inmensa por sus mil caras, por su vetusta historia y por su rabiosa actualidad. Donde aún perduran los clubs más elitistas del planeta sólo para caballeros, donde con una increíble y rancia flema británica y un machismo ancestral, se ocultan los secretos más tenebrosos y se crean las conspiraciones más letales.
Pero bajo todo este cúmulo de podredumbre y decadencia, o, mejor dicho, muy pero que muy por encima de todo esto, Londres da cobijo a algo mucho más fuerte, algo inmensamente más poderoso.
Un amor que aparece fortuitamente bajo la lluvia y que no necesita nada más para sobrevivir.
Un amor maldito desde antes de su nacimiento que trasciende a su maldición, trasciende a la maldad, a la crueldad y a la propia ciudad... eso hace que mi planteamiento inicial se tambalee y me plantee si no es él, ese amor incondicional, el verdadero protagonista de esta maravilla de serie de Jacob Verbruggen.
Como curiosidad vale la pena prestar atención a las impresionantes performances del local donde suelen verse los protagonistas.
